Quien sólo trabaja por dinero siempre se siente mal pagado.
El trabajo supone, en la mayoría de los casos, más de un tercio de los mejores 40/60 años de nuestra vida.
El tiempo, precisamente, es lo único que no podemos comprar ni podemos reponer una vez que lo hemos perdido.
Mi recomendación para ti y para mi hoy es que hagamos de nuestro trabajo una obra de arte.
Tengas el trabajo que tengas te voy a dar algún motivo por el que no debes malgastar el tiempo en tu trabajo por un simple puñado de euros.
Me gustaría invitarte hacer las cosas con una belleza extrema.
Tu trabajo lo creas o no influye directamente en la felicidad de algunas personas.
Me gustaría que te hicieras esta pregunta: Si alguien te concediera el poder de inspirar a personas de tu entorno, facilitarles una vida mejor y hacerles, en la medida de lo posible, unas personas más felices… ¿Lo harías? ¿Aceptarías el reto?
El trabajo nos brinda a todos esta gran oportunidad de, a través de nuestro desempeño, hacerles la vida más fácil, más cómoda o feliz a las personas que consumen nuestra labor cotidiana.
Conviértete en un Picasso de tu trabajo, en un Michael Jordan de tu desempeño. Conviértete en lo mejor que puedas y contribuye al mundo desde tu pequeña gran parcela. Esto te hará sentir pleno/a y te dará la libertad de saber que estés donde estés, tu servicio al mundo, no solo a tu empresa, ha sido el que tu hubieras querido recibir siempre.
Además, no olvides que seguirás cobrando ese puñado de billetes por los cuales antes “solo trabajabas”.
¿A qué esperas para ofrecer al mundo y a ti mismo lo mejor de ti?
Empieza hoy mismo para tomar consciencia de cómo puedes hacer mejor las cosas y verás que, como por arte de magia, todo se vuelve más fácil.
Entonces y solo entonces podrás conocer la verdadera plenitud.
“Vamos a transformar tu vida y tus negocios para que puedas disfrutar de tu merecida libertad”.
Enfócate en ti.

ÉSTOS SON TUS SIGUIENTES PASOS
Léelos atentamente y descubre mis recomendaciones

Estás en tu trabajo solo por el dinero, en realidad no te gusta
Aunque te gustaría mejorar tu situación, te conformas por miedo a cambiar
Tener miedo a los cambios forma parte de nuestra naturaleza, y es especialmente común cuando tenemos costumbre de seguir una rutina en la que sentimos que lo tenemos todo bajo control.
En el ámbito profesional, salir de la zona de confort puede resultar especialmente difícil.
Lo único permanente que tenemos en nuestras vidas es el cambio.
Hemos escuchado hasta la saciedad que más vale malo conocido que bueno por conocer, tu mente te da las suficientemente justificaciones para no hacerlo, este no es el mejor momento o incluso que dudes de ti y no estés a la altura.
El ser humano tiene miedo a fallar, a ser ridiculizado, todo cambio de trabajo supone cambiar de compañeros, de nuevos hábitos, es todo un desafió, debes de ponerte incomodo, y eso a tu mente no le gusta nada.
Todo lo que sea salir de la comodidad te va a sabotear, pero y si te digo que tu nueva zona de felicidad debe de ser la incomodidad. Si estas estancado en tu vida vas por mal camino, si no piensa en el agua cuando está estancada. ¿Qué le ocurre? Se pudre, ¿verdad?
Pues nosotros somos igual si nos estancamos, nos pudriremos. La auténtica felicidad viene del progreso así que si no te estiras, mueres.
Olvidemos la idea de tener un trabajo estable para toda la vida como nuestras madres. El mundo ha cambiado y el mercado laboral es cada vez menos predecible.
Confía en la situación. Seguramente el nuevo puesto supondrá nuevos retos y aprendizajes, conocerás a gente nueva y a lo mejor un nuevo sector.
No te centres en lo que dejas, sino en lo que ganas. Enfócate en ti.
No te sientes valorado/a en tu ambiente laboral
Por más que haces sientes que nada de lo que haces, nadie lo ve.
No sirve de nada todos tus esfuerzos pasan completamente desapercibidos. Pareces invisible. Siempre se llevan las medallitas los mismos.
Quizás el universo te está poniendo esa escena en tu vida para que empieces a valorarte más y no conformarte con menos de los que te mereces.
A nuestro ego le encanta el reconocimiento externo, pero créeme, Dios conoce hasta el último pelo de tu cabeza.
Todos tus esfuerzos serán compensados cuando te conectes con tu propósito de vida.
Muchas veces por miedo nos quedamos en lugares donde no brillamos porque no estamos en estrella propia.
Si tu no te valoras lo suficiente porque esperas que otro lo hago por ti. Enfócate en ti.