Estás bien, te sientes bien, tu pareja está bien, pero piensas en otra persona.
Analiza las causas y sé consciente de que el amor no se ha acabado, de que no estás dispuesta a romper con tu pareja, de que la amas más que a nada y que él también parece demostrarte lo mismo.
Entonces, ¿qué pasa?
¿Por qué te carcome la traviesa idea de tener una aventura?
Y además, ¿Por qué te sientes tan culpable?
Estás atravesando por una etapa de infidelidad emocional.
Identifica el problema, trátalo y no cometas errores que pueden costarte caro.

ÉSTOS SON TUS SIGUIENTES PASOS
Léelos atentamente y descubre mis recomendaciones

Deseas a otras personas
No estás satisfecho/a con tus relaciones sexuales
Tú puedes querer sexo cada día, y tu pareja estar satisfecho/a con un par de veces a la semana (o menos), o viceversa.
Si presionamos demasiado a nuestra pareja para tener relaciones sexuales, produciremos el efecto contrario al deseado: cuando más insistamos, más se sentirá obligado/a y lo rechazará o, peor aún, lo hará por obligación.
No hay más remedio que comunicarse, contar cuáles son los deseos de uno y otro y llegar a acuerdos.
Así y todo, no tiene buen pronóstico una relación en la que uno de los dos tiene una libido muy alta y otro muy baja.
Con el tiempo el que menos deseo siente aún sentirá menos…
Las relaciones conscientes tienen libertad de expresión y hay comunicación transparente.
No quieres que tus hijos/as tengan una relación de pareja como la tuya
Debes de trabajar en ti.
Conoces el dicho de lo que se siembra recoge.
Si estas aguantando una relación toxica por tus hijos el mayor favor que le puedes hacer es salir de esa relación lo antes posible y hacerlo con Amor.
El tiempo pasa y tus hijos el día de mañana se irán y tu te darás cuenta del tiempo que has perdido y será demasiado tarde.
Todavía estas a tiempo.