Tú puedes querer sexo cada día, y tu pareja estar satisfecho/a con un par de veces a la semana (o menos), o viceversa.
Si presionamos demasiado a nuestra pareja para tener relaciones sexuales, produciremos el efecto contrario al deseado: cuando más insistamos, más se sentirá obligado/a y lo rechazará o, peor aún, lo hará por obligación.
No hay más remedio que comunicarse, contar cuáles son los deseos de uno y otro y llegar a acuerdos.
Así y todo, no tiene buen pronóstico una relación en la que uno de los dos tiene una libido muy alta y otro muy baja.
Con el tiempo el que menos deseo siente aún sentirá menos…
Las relaciones conscientes tienen libertad de expresión y hay comunicación transparente.

ÉSTOS SON TUS SIGUIENTES PASOS
Léelos atentamente y descubre mis recomendaciones
