Sacrificarnos siempre por los demás no solo nos hace contar con más apoyo: nos esclaviza.
En el día a día resulta complicado llegar a todos los objetivos que uno mismo se marca. Sin embargo, es aún más difícil aún hacer que nuestras necesidades sean compatibles con lo que los demás nos exigen constantemente. Es decir, ofrecer esa versión de nosotros mismos que los demás esperan. Decir siempre que Si a los demás y no aprender a decir que NO a ciertas peticiones puede salirte realmente caro, dedicarte tiempo a cuidarte, descansar o simplemente, hacer lo que en ese mismo instante de apetezca hacer es ser honesto contigo mismo. Hay personas que prefieren poner la excusa que tienen que cuidar a otros para no responsabilizarse de tomar decisiones de su propia vida.
Una persona con autoestima alta se siente serena y en equilibrio y sabe tomar decisiones acertadas.
La mentira puede convertirse en una enfermedad.
No se puede contentar a todo el mundo. Aunque nuestras intenciones sean buenas y queramos quedar bien con todo el mundo, no se puede. Es imposible. Siempre habrá alguien al que no caerás bien, al que no le gustará lo que haces o que te criticará siempre hagas lo que hagas. Pero esto no es malo, al contrario. Es ley de vida. Pasa en todos los ámbitos de la vida y a todo el mundo.
Aprende a entender al que no te entiende. Enfócate en ti.

ÉSTOS SON TUS SIGUIENTES PASOS
Léelos atentamente y descubre mis recomendaciones
